Para verte tengo
que mirarte, y eso es un suicidio
O será que no
encuentro
Los ojos con los
que tu mirada no me hace daño
Algo se me olvidó
en la casa de mi infancia
Recuerdo, ahora,
sí, eran esos ojos
Ordené los demás
pares en cajas, en bolsas, y decidí:
Irme, para
siempre
Dame los ojos, así
me voy del todo