martes, 21 de junio de 2016

Feliz año nuevo del hemisferio sur.


Ocaso

Perseguiría todos los inviernos del mundo
Rotaría como la tierra
Buscaría el frío de cada país

Azules blancos y negros
Las noches más largas del año
Las nubes atrapan lo rayos del sol

Un animal de la montaña
Me alimento del frío y de la oscuridad
Rechinan los dientes
Ausencia de calor; de amor

Madrugada

Tanto caminar
Lobos en la oscuridad
Aullando evocan la luna
Olvidaron los tiempos de paz

No hay respuestas, impasible los mira
Y los lobos se esconden en cuevas oscuras
Aturdidos del silencio de la oscuridad
La besan y la duermen en sus garras a la única flor que los supo escuchar


Amanecer

Violeta de los alpes
Adorna el jardín
No la mata el frío, ni mi cruel descuido
Sobrevive a la maldad.

Baila en las noches
Es luz en la oscuridad.

martes, 14 de julio de 2015

Buenas noches
Ya es de día
Pero buenas noches
El cuarto esta oscuro

Buenas noches
La casa profanada
Todos bailan extasiados
Y yo
Pongo mis cosas
Lo que queda de mis cosas
Pobres cosas
Que han vivido miles de mudanzas
Que se han sabido adaptar
A muchas cuatro paredes
De distintos barrios
Conmigo
Que no soy buena compañia

Buenas noches de día
No quiero
Que me sigas
Me sé encontrar
Como dios, egoísta
Sola
Pero yo
No quiero la eternidad
Vivir infinitos días
De que me sirve
Tanta gente
Tantas cosas
Si ningunas son mías
Realmente mías

Yo no lloro
Yo soy un lobo en la estepa
Yo no quiero sentirme pertenecida
A pieles que me tocan y me lastiman
Yo no quiero la hostilidad
Del tacto
De las miradas
Y de las palabras

Yo quiero
Mi terraza
Plena de sol
Y de cosas mías
Que no me duelan al tacto
Que me sonrían
Que no me rechacen
Por mas que yo quiera
E insista
En que quiero
Cosas mías

Como dios sola
Y egoísta.

sábado, 18 de abril de 2015

Compulsión a la repetición.

Los espejos y la paternidad son abominables (mirrors and fatherhood are hateful) porque lo multiplican y lo divulgan.
-JL Borges
Me miro en el espejo pernoctado por el paralelismo de los movimientos y danzo, sincronizado, con alguien que es igual a mi. Enamorado de mi reflejo, que, sin ser yo, es yo.
Miro una foto donde salgo con mi padre, lo único que conservo de él. Y el espejo llora. Y yo no. Quito la foto, la doy vuelta. Busco en el baño gel y peino todo mi cabello hacia atrás. Busco una camisa. Miro la foto y en la foto veo a mi padre peinado como yo. Con camisa como yo. Rompo la foto y me despeino, feroz. 
El espejo me mira, yo le devuelvo la mirada y rompemos en risas. Rendido ante las dos cosas más abominables: la paternidad y los espejos. 
Salgo a andar. (Todo viaje verdadero es intensivo, es cuestión de intensidad).
Al doblar a la esquina veo a mi madre. Me nace un odio inexplicable. Rabia de no sé qué. Ella no me ve. Yo sigo como si tampoco. ‘’Como si’’, otra abominación: la representación. 
Por qué ese odio tan repentino, tan de la nada. Tardo media cuadra en volver a amigarme con el concepto que tengo de madre. Pero no necesito una madre. Yo quiero un padre. 
Acelero el paso y empiezo a correr. Por qué me pregunto pero increíblemente el cuerpo no me deja parar. 
Ya es de noche y me he perdido. 
Y en eso me veo. Lo veo. 
Cuando me despierto estoy en una cama de dos plazas, una mujer a mi lado duerme desparramada por la cama. Me levanto, asustado, salgo de la habitación, desde la puerta miro la  de al lado. Veo una mamadera arriba de una mesa y una foto en un portar-retratos chillón. Una cuna. Me acerco al lado del bebé con el que veo un parecido abismal.
La foto le resulta familiar.
Es él peinado con gel sosteniendo un niño. 
Camisa a cuadros. 
Suelta la foto. Y sale de la casa.
Comienza a correr.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Cielo (15')

Tantos siglos para encontrar lo que en una noche se descubre adentro de uno
El cielo.
Estado de la mente, del ánimo, lugar físico
No lo afirmo, lo pregunto.
La controversia está
En ser el castigador y el que otorga el premio
No hay dioses ni diablos, salvo que nos creamos tan omnipotentes para necesitarlos.
Y tan imbéciles para merecerlos
El tigre nunca va a ser castigado por cazar, y quien le imponga castigo no entiende el curso de las cosas. Qué nos hace creer que nosotros no somos más que animales con instintos.
Diferentes.
No nos pertenece la vida eterna, no habría por qué recibir un premio, arcaica idea
Estímulo- respuesta
Nos pertenece un segundo en el curso del universo, toda una vida para nosotros. No pidamos más. Porque las esperanzas de recibir nos mantienen pensando en lo que viene. La ansiedad de la muerte. El deseo. No queremos sobrevivir. Buscamos la muerte. El fin.
Y después de eso, no nos corresponde nada.
Dios, trágico invento.
Sí, pudo con la soledad y el desamparo de numerosos antepasados. Y todavía puede. Linda idea.
Pero a cuántos se ha llevado. Las verdades no existen, se crean.
Yo busco todo eso
En lo poco que soy, que tengo y que me toca
Cerrar los ojos, caminar en la oscuridad absoluta, y ver que no soy nada.

Y me alcanza.

lunes, 27 de octubre de 2014

Cuando el día se prestaba para llorar, salía a la escalera del patio delantero a ver pasar los autos, al lado de la gata, que se subía a sus piernas tiernamente y ronroneaba; y pensaba, y divagaba, y soñaba, y se reía internamente de su pésima condición de ser humano, de su pequeña parcialidad, levedad, brevedad. Y si acaso sonara el teléfono, seguramente llamaría el contestador ‘’Señor cliente, le recordamos…’’ cortaba, con decepción, de sí mismo tal vez, por haber esperado que quien lo llamare hubiese sido alguien de verdad. Pero internamente sabía triunfaba porque siempre sucedía lo que internamente pensaba que iba a suceder, e internamente no esperaba nada, no esperaba que le llamara otra voz que la de un contestador automático. Y vamos. En medio de cigarrillos que provocan tos y náuseas, adornos que se caen solos dentro de la casa, empatía hacia las cosas que no podían provocar nada más que eso. Y la triste hostilidad a todo lo demás. El recuerdo de las cosas buenas, la paz con las cosas que pudieron ser. Y vamos. Un CD post punk sonando bien fuerte, esos eran los que le tocaban el pecho, y se lo habrían. El placer tan desgarrador del dolor. Y vamos. ‘’Anfibia soledad, la de estar despiertos’’ algo que no sabía si era propio o lo había anotado en un cuaderno al azar, como se anotan las citas de quienes no sabemos nada, pero nos escriben. Y vamos. El emparentamiento con todos aquellos que murieron, pero viven sus libros. El divorcio con todo lo propio: la familia, los amigos. Y vamos. Las series que no complacen, las películas que todavía no vio, las cosas que no escribió y las que nunca va a leer. Porque la vida es corta y las bibliotecas muy grandes. Y vamos. La gramática y demás pragmatismos que uno no sabe para qué pueden llegar a servir cuando el alma se te desangra adentro, y  las palabras y las cosas se van dañando con el tiempo, y el silencio se llena de más huecos, y las letras se van alternando para llenarlos, porque es lo que hacen las letras, o intenta que hagan, llenar el adentro, pero por qué, se preguntaba empecinado. Y vamos.

jueves, 24 de julio de 2014

Otro poema a nadie dirigido.

Creo que te he visto
tal vez en la calle
que conduce a las plazas
que se llenan de hojas
crunch crunch crunch

Creo que te he sentido
cuando iba caminando
tal vez no eran hojas
tal vez era tu llanto

Creo que he sabido leerte
y sobre todo encontrarte
entre las lineas de un poema
tal vez ''a nadie dirigido''

Y no te conozco
no nos sabemos

pero te he visto
oído
sentido

Creo que te vi,
sí, te vi

sos el reflejo
que miro en el
espejo

sin ser yo.

lunes, 16 de junio de 2014

Ahora
A buscar la vida.
A.      Pizarnik
I
La lluvia no se acabará
Con las botas que cubren los pies
Ni los impermeables evaporan la humedad
Solo el sol disipa las nubes
Y hoy no está acá
Y hoy estamos muy lejos

Solo hay un fuego hoy
Es el que tengo en el pecho
Pero no va a darte calor

‘¿Se puede vivir con un infierno en el corazón?’

Se puede quemarse
Y consumirse
Desde los huesos
Hasta el alma
(Si la hay)

II

Por hoy
Asumo el infierno
Quítenme las uñas
Y la piel

Pero por hoy
Dejarme desnuda

Desahuciarme

No va a servir
Para apagar el fuego

III

¿Se puede vivir?
No hablo de infiernos
No
No
Ni de corazones

Hablo de vivir
¿Se puede vivir?

IV

El infierno,
Creo yo,
Es justo lo que nos pasa
En el pecho

El inquisidor
Que nos castiga

Somos nosotros

Hemos creado
Una auténtica
Máquina

Y

La destrucción.

V

¿Se puede
Vivir?
Con un infierno (en el pecho)